¿Cómo afecta el TDAH a los adolescentes? El adolescente con TDAH puede presentar hiperactividad e hipoactividad; impulsividad, es decir, menos capacidad para reflexionar sobre sus acciones y sobre las consecuencias de estas, y pobre autocontrol; dificultades atencionales; y problemas de comportamiento y disciplina, de aprendizaje, de planificación y organización, de habilidades sociales y de autoestima. Además, le cuesta aceptar las responsabilidades de sus actos, tiene poca tolerancia a la frustración, le gusta ser el centro de atención y tiene una necesidad continuada de estimulación. ¿Qué otros trastornos suelen tener asociados? Los trastornos asociados al TDAH en la adolescencia son el trastorno disocial, los trastornos del estado de ánimo, ansiedad, trastornos del aprendizaje y abuso de sustancias. Pero hemos de recordar que iniciar un tratamiento adecuado durante la Educación Primaria ayudará a reducir el riesgo de que en la adolescencia el TDAH curse con otras patologías más graves. ¿Qué dificultades tiene el adolescente con TDAH en clase? Por un lado, tiene dificultades que hacen referencia a la autonomía, como una pobre planificación que repercute en la entrega de trabajos a largo plazo y en la ejecución de los exámenes, y una pobre organización que interfiere en los descuidos de material. Y por otra parte, tienen dificultades relacionadas con el comportamiento, como problemas para respetar las normas, un pobre autocontrol con las relaciones interpersonales y problemas de relación con iguales y con adultos. ¿Qué medidas puede tomar el profesor con un alumno que tiene TDAH? El maestro tiene que entender los factores que influencian su comportamiento, tanto los producidos por la adolescencia en sí como los que son consecuencia del TDAH. Además, debe intentar ser un buen modelo de orden y autocontrol, y creer en él, respetarlo, mostrarse cercano y empatizar con él. Es muy importante que piense no solo en sus errores, sino también en sus habilidades, y que cuente con su opinión y sea paciente. Asimismo, es recomendable que el profesor tenga expectativas razonables, es decir, objetivos concretos y realistas, y que exija al alumno en función de las posibilidades. Un buen maestro se anticipará a las dificultades o problemas, enseñará la opción correcta y sus consecuencias, y ofrecerá segundas oportunidades. Además, potenciará la planificación y la supervisión en lugar de la vigilancia; no criticará al alumno delante de los otros; practicará la comunicación asertiva y el refuerzo positivo; establecerá normas, límites y consecuencias claras; y hará las adaptaciones necesarias porque cada alumno con TDAH es distinto. ¿Cómo se refuerza a un adolescente en el aula? Establecer el refuerzo positivo para los adolescentes es una tarea difícil para los profesores y padres. Es necesario encontrar un refuerzo que realmente motive al chico y para ello vamos a necesitar contar con su opinión. Por ejemplo, si son alumnos que están implicados con la calificación numérica de las notas, una parte de esta puntuación podrá ser el respeto hacia las normas. Hacer refuerzos positivos y de actividad con estos alumnos también será una buena estrategia para potenciar su buen comportamiento y rendimiento. ¿Es contraproducente que repita curso? Es importante que todos los adolescentes diagnosticados con TDAH tengan un seguimiento psicológico clínico potente. Cuando se valora la repetición de un alumno, es clave que todos los profesionales implicados en el tratamiento del chico hagan una valoración de los aspectos positivos y negativos que puede conllevar esa decisión. Entre todos se ha de resolver lo que más convenga al alumno. ¿Cómo puede contribuir la familia a ayudarle en sus estudios? La familia y la escuela son los dos entornos en los que el adolescente pasa más horas. Por este motivo, ambas partes han de hacer un frente común hacia la sintomatología que expresa el adolescente. En el entorno familiar se ha de potenciar la comunicación asertiva; la estructura familiar sólida, entendida desde el punto de vista de establecer claramente los roles que desarrolla cada componente; la autoestima saludable; que el adolescente inicie su proyecto de vida y se marque metas futuras; la permanencia en el sistema educativo; y las atribuciones reales y lógicas en todos los aspectos de su vida. Esto último quiere decir que, por ejemplo, frente al aprobado de un examen sea capaz de decir que lo ha aprobado porque estudió mucho y que frente al suspenso pueda expresar que suspendió por falta de estudio. By Isabel Chávez. Comenta o comparte aquí: https://www.facebook.com/PsicologosenMontevideo/posts/1584891161568068
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Septiembre 2024
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Mi vocación es la psicología clínica, tanto en diagnóstico como en tratamiento. Por ello fui en busca de formación en centros de referencia de distintas culturas y sigo mi camino de crecimiento, siendo mis pacientes mi fuente más preciada de aprendizaje. Categorías
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