A veces en consulta por niños con TDAH uno de los padres se ve muy reconocido en los comportamientos de su hijo cuando era él era pequeño, a lo mejor resulta que el padre también lo es.
Y ¿por qué no le diagnosticaron a mi padre antes que a mí?, se pueden preguntar con razón estos niños. Y es que hasta hace no mucho se pensaba que este trastorno se curaba al pasar la adolescencia. Y resulta que no es así. Que simplemente lo que sucede es que cambia un poco la forma de manifestarse. Pero más de la mitad de los que padecen TDAH en la infancia siguen sufriéndolo de adultos. Sobre todo, se sabe que cuanto más tardío es el diagnóstico o el inicio del tratamiento, o cuando no se trata en absoluto, las posibilidades de que los síntomas aumenten o de que se desarrollen comorbilidades asociadas al TDAH es mayor, así como el impacto en la vida del adulto. Estos padres, se dan cuenta que ellos eran también impulsivos o hiperactivos de jóvenes, que les costaba estudiar; salvo si eran muy inteligentes, y entonces no lo notaban. Notan que son desorganizados en casa, que necesitan que la mujer/marido les apoye en todo para sacar las cosas adelante. Pero lo preocupante es que también les pasa en el trabajo. Se despistan, tardan más en hacer las cosas y a veces necesitan de ayuda de compañeros. Los adultos tienen más recursos que los niños y entonces consiguen tapar estas deficiencias. Pero saben que rinden menos de lo que podrían rendir. A veces no se dan cuenta porque han sido así toda la vida, y nadie les ha dicho nada. En las relaciones de pareja pueden tener dificultades de control emocional. Les cuesta canalizar su ira, son impacientes, sueltan palabras inadecuadas sin darse cuenta, interrumpen conversaciones. Necesitan también estar haciendo cosas continuamente, como deportes o hobbies. El padre hiperactivo que tiene un hijo que también lo es, le comprende mucho mejor, le disculpa a veces e intenta apoyarle más. Por lo menos, así debería ser. La convivencia en casa cuando padre e hijo tienen TDAH. Cuando en una misma familia conviven padre o madre e hijo con TDAH, la relación y en general la vida familiar puede verse afectada. El hecho de que el padre también sea hiperactivo puede disminuir el estigma del hijo, al ver que él no es el único que lo padece, se puede sentir acompañado y comprendido. Pero también puede provocarle sentimientos de impotencia ante la realidad de que un trastorno duradero, que aunque empieza en la infancia, también puede seguir presente en la edad adulta. Por lo tanto en el hogar se pueden dar los siguientes problemas o situaciones a superar: - Mayor desorganización. - Menor seguimiento de las tareas. - Recae más el peso en la persona de la pareja que no padece el trastorno. - Más dificultad de contención del descontrol emocional de cualquiera de los dos afectados, se toleran peor las frustraciones, con lo que disminuye la confianza para afrontar las dificultades de cada día. - Sentimiento de no poder controlar las situaciones de excitación y agresividad. Estos descontroles emocionales son más intensos y frecuentes en el hijo, el padre debe de tener más capacidad de autocontrol. - Dificultad en las relaciones interpersonales. El chico a veces no se ve como los demás, tiene menos confianza para relacionarse. El padre a veces se pone irritable si no le dan la razón, pero oculta más sus emociones que el niño. - Menor cumplimiento de los planes a largo plazo: falla la planificación, el cómo se preparan los objetivos paso a paso, y puede no realizarse lo prioritario por ser más costoso. - Tendencia a caer en la inercia y dejarlo para el día siguiente; “empiezo a hacer algo y lo dejo sin terminar porque me voy a hacer otra cosa”. - Si el hijo ve un ejemplo en la desorganización de su padre, minimiza el perjuicio y las consecuencias. - Como parte positiva de la hiperactividad es la tendencia a realizar actividades creativas, como pintura, teatro, danza, baile, deporte. Se pierde la inercia a no hacer nada, y se potencian capacidades no descubiertas. - Riesgo de hacerse dependientes a las nuevas tecnologías: las redes sociales en internet o en el móvil, los videojuegos, el chat,… - Falta de comunicación por pensar que no tiene solución, “si mi padre es como yo y tiene más años, yo tengo menos responsabilidad”. - Efecto positivo con el tratamiento : “mi hijo recibe tratamiento y se encuentra más tranquilo y centrado”. By Luis Irastorza, adaptado por Fernando Bryt
6 Comentarios
9/7/2015 12:06:26 am
e
Responder
Adrián
9/7/2015 11:51:06 am
Excelente post.
Responder
valentina
9/9/2015 03:32:53 pm
gracias exelente
Responder
9/13/2015 07:10:47 pm
hola mi hijo fue diagnosticado tda recientemente tiene 13 años pero me dijeron que no es hiperactivo es lo mismo que tdah ocea con hiperactividad es lo mismo ? gracias Fernando muy buen material
Responder
Fernando Bryt
9/13/2015 08:31:16 pm
El TDAH puede ser con o sin hiperactividad. Sólo trastorno por un déficit en la función de la atención. Los dos grandes subtipos se diferencian, los hiperactivos - impulsivos tienen un procesamiento rápido de la información con dificultades en la inhibición de los estímulos irrelevantes y freno en las respuestas. Los desatentos, por su lado, tienen un procesamiento lento de la información y dificultades en focar el estímulo relevante. En ambos casos se produce una desorganización en la tarea.
Responder
Johana
4/15/2020 03:24:07 pm
Muy bueno.
Responder
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Archives
Septiembre 2024
Autor
Mi vocación es la psicología clínica, tanto en diagnóstico como en tratamiento. Por ello fui en busca de formación en centros de referencia de distintas culturas y sigo mi camino de crecimiento, siendo mis pacientes mi fuente más preciada de aprendizaje. Categorías
Todo
|