Por Fernando Bryt
Es parte de la planificación en inclusión educativa tener un protocolo de actuación para situaciones de descontrol emocional en sus alumnos con dificultades específicas. Rabietas Las rabietas son descontroles emocionales que pueden variar en frecuencia e intensidad. Los alumnos con TEA y TDAH son más propensos a presentar rabietas que los alumnos de población general Cuando el alumnos con TDAH presenta rabietas graves lo más probable es que curse con otros trastornos comórbidos, relacionados con la regulación del humor y control de los impulsos que suelen generar trastornos de conducta añadidos al TDAH. Las rabietas en éstos casos suelen dispararse ante situaciones de frustración, cuando el adulto le niega algo que quiere hacer, ante provocaciones de sus pares, o ante cualquier frustración por mínima que parezca. Si bien estos descontroles parecen ser imprevistos y surgir de un momento a otro sin aviso, si observamos al alumno notaremos patrones de conducta bien claros que se repiten antecedentes a la rabieta. El alumno parece estar malhumorado, se siente inquieto, incómodo, puede mostrarse desafiante, agresivo y ante alguna respuesta explota. En el caso de los alumnos con TEA los patrones de conducta por los cuales pueden producirse rabietas son bien diferentes. Responden a las características de ansiedad, angustia, rigidez mental, rasgos obsesivos, y extrema sensibilidad a factores ambientales que parece no soportar. Como ruidos, movimientos, diferentes estímulos, cambios de rutina etc. Un conocimiento profundo de las características particulares del alumno con TEA o TDAH se hace necesario para identificar sus disparadores y poder actuar preventivamente. Impacto de las rabietas Las rabietas producen un impacto destructivo en la salud mental del alumno y en su entorno. Asimismo, puede ser una situación violenta para sus compañeros. Protocolo: 1. Contar con por lo menos una persona en la institución que esté dispuesto a reducir y contener la rabieta. Esto supone un contacto corporal donde se protege al alumno para no lastimarse, lastimar a otros o hacer daño en el mobiliario que agraven la situación. 2. Contar con un salón protegido, con almohadones, sin muchos estímulos ni nada que pueda romper o hacerse daño, donde se pueda llevar al alumno para sacarlo de la situación donde se produce la rabieta. Esta persona deberá tener un vínculo muy cercano, de confianza y empatía con el alumno. 3. En caso de rabietas graves, que no se calman con facilidad y constituyan riesgo para el alumno y/o sus compañeros será necesario un acompañante escolar capacitado. 4. Una vez terminada la rabieta esta no tendrá una consecuencia en sanciones, suspensiones u otros castigos. Cuanto antes se olvide y se vuelva a la normalidad mejor. La rabieta, al ser un descontrol emocional es "inimputable". Lo que sí se puede hacer es algún acto educativo de reparación del daño. Estas son algunos puntos que deberían estar en el protocolo de rabietas de las instituciones educativas. Tarea curso 1 TDAH. Del Diplomado de inclusión educativa. TDAH TEA. 1. Comenta el video 2. ¿Qué otras acciones preventivas implementarías en tu institución como protocolo de actuación para las rabietas? 3. Si has vivido una situación de rabieta descríbela.
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Septiembre 2024
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Mi vocación es la psicología clínica, tanto en diagnóstico como en tratamiento. Por ello fui en busca de formación en centros de referencia de distintas culturas y sigo mi camino de crecimiento, siendo mis pacientes mi fuente más preciada de aprendizaje. Categorías
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